INEFABLE

Vámonos por la senda cogidos de la mano,
recorriendo los campos agobiados de flores;
un momento olvidemos la ciudad, los temores;
y piensa que soy tuyo, mucho más que un hermano.

Amémonos sin tregua, bajo el efluvio sano
de la estación fecunda, vivero de primores;
tu serás a mi lado, toda llena de amores,
la juventud, el gozo, sin el escollo humano.

Iremos por los bosques y prados complacidos
en cazar mariposas y escudriñar los nidos.
Cuando el cansancio invada nuestros cuerpos traviesos,
reposando en la hierba, junto a la fuente pura,
mimaré entre mis manos tu cabecita oscura,
y con ternura casta te cubriré de besos…

                        Guanare, 11 de abril de 1.921